Diez segundos

Respira hondo. Conta hasta diez. Pero no infles las mejillas. Aguanta la respiración. Diez segundos nada más. Un ratito nada más.

En esos diez segundos imagina que volas. Imagina que tu cuerpo flota. Aprovecha esos diez segundos para ser vos. Aprovecha para llorar. Aprovecha para descargar la ira. Para recordar lo malo. Aprovecha para identificar ese dolor profundo. Lo ves? Ves eso que te duele? Agarralo. Agarralo fuerte y hacelo bolita. Como si fuera un papel que vas a tirar en el tacho. Agarralo, hacelo bollito, como eso que queres escribir mil veces y no te sale y lo tiras a la basura. Agarralo, aprisionalo bien y tiralo a la nada. Tiralo bien lejos. Tiralo al agujero negro del olvido. Deshacete de ese dolor del pasado. Rompelo. El recuerdo va a seguir ahí, siempre, pero el dolor no. El dolor no tiene por que quedarse. Que no duela. Que sea un recuerdo, un aprendizaje.

Tomate diez segundos para vos. Tomate diez segundos para escapar de los deberes y vola a lo que quieras. Rompe el miedo y empeza mil veces de nuevo. Créate de cero otra vez. Como siempre lo hiciste. Como siempre lo vas a hacer.

Abrí los ojos ahora. No. Todo no es más brillante. No mejoró el mundo. Pero te diste cuenta que podes. Que podes con todo. Que podes con vos. Que siempre vas a poder. Siempre.